Autor: Pastor Adriel Chavarria
Texto Clave:
"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional" (Romanos 12:1, RVR1960).
La Conversación que Me Marcó
Ese día, una joven del grupo de alabanza se acercó a mí con lágrimas en los ojos. Su voz temblaba al decir: "No quiero que la gente me vea como un ejemplo... yo solo quiero cantar". Sus palabras me golpearon profundamente. En su mirada había miedo, frustración y una confesión honesta que muchos guardamos en secreto: el deseo de servir a Dios sin el costo de la responsabilidad.
La Ilusión de las "Migajas Espirituales"
Muchos queremos darle a Dios solo lo que nos sobra:
-
Nuestro talento, pero no nuestro carácter.
-
Nuestra voz, pero no nuestro testimonio.
-
Nuestro tiempo, pero no nuestra santidad.
Le respondí con amor firme: "Servir a Dios con todo nuestro ser, no solo con nuestros talentos". Es fácil cantar en el escenario; lo difícil es vivir lo que cantamos cuando nadie nos ve.
El Precio que Jesús Pagó
Jesús no vino a "cantar"; vino a servir y a dar su vida (Marcos 10:45). Su servicio no fue cómodo:
-
Sudó sangre en Getsemaní (Lucas 22:44).
-
Cargó una cruz por amor (Juan 19:17).
-
Se despojó de su gloria por nosotros (Filipenses 2:7).
Servir es seguir sus huellas, no solo usar sus dones.
¿Migajas o Entrega Total?
Dios no necesita artistas; necesita siervos íntegros. La joven lloraba porque entendía que el precio era alto:
-
Ser modelo implica rendir cuentas.
-
Ser ejemplo requiere coherencia.
-
Servir de verdad duele, pero transforma.
Si solo das lo que te gusta hacer, no estás sirviendo a Dios; estás sirviéndote a ti mismo.
Reflexión Final
Hoy pregúntate:
-
¿Sirvo para que Dios sea glorificado, o para que me aplaudan?
-
¿Doy mis talentos, pero escondo mis defectos?
-
¿Estoy dispuesto(a) a pagar el precio de la integridad?
El verdadero servicio duele, pero nos acerca a Cristo. Las migajas alimentan el ego; la entrega total alimenta el alma.
Oración:
"Señor, perdóname cuando te doy solo migajas de mi vida. Quiero servirte con todo mi ser, no solo con mis talentos. Rompe mi orgullo y enséñame el costo del verdadero servicio. Que mi vida sea un sacrificio vivo para tu gloria. Amén."
👉 Acción Práctica:
Elige una área de tu vida donde solo das "migajas" a Dios (ej: tiempo, carácter, finanzas) y ofrécela por completo esta semana.
"Dios no mira la perfección, pero sí la entrega" — #ElPrecioDeServir

Create Your Own Website With Webador