El precio de servir

Published on September 5, 2025 at 9:34 AM

Autor: Pastor Adriel Chavarria

Texto Clave:
"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional" (Romanos 12:1, RVR1960).


La Conversación que Me Marcó

Ese día, una joven del grupo de alabanza se acercó a mí con lágrimas en los ojos. Su voz temblaba al decir: "No quiero que la gente me vea como un ejemplo... yo solo quiero cantar". Sus palabras me golpearon profundamente. En su mirada había miedo, frustración y una confesión honesta que muchos guardamos en secreto: el deseo de servir a Dios sin el costo de la responsabilidad.

La Ilusión de las "Migajas Espirituales"

Muchos queremos darle a Dios solo lo que nos sobra:

  • Nuestro talento, pero no nuestro carácter.

  • Nuestra voz, pero no nuestro testimonio.

  • Nuestro tiempo, pero no nuestra santidad.

Le respondí con amor firme: "Servir a Dios con todo nuestro ser, no solo con nuestros talentos". Es fácil cantar en el escenario; lo difícil es vivir lo que cantamos cuando nadie nos ve.

El Precio que Jesús Pagó

Jesús no vino a "cantar"; vino a servir y a dar su vida (Marcos 10:45). Su servicio no fue cómodo:

  • Sudó sangre en Getsemaní (Lucas 22:44).

  • Cargó una cruz por amor (Juan 19:17).

  • Se despojó de su gloria por nosotros (Filipenses 2:7).

Servir es seguir sus huellas, no solo usar sus dones.

¿Migajas o Entrega Total?

Dios no necesita artistas; necesita siervos íntegros. La joven lloraba porque entendía que el precio era alto:

  • Ser modelo implica rendir cuentas.

  • Ser ejemplo requiere coherencia.

  • Servir de verdad duele, pero transforma.

Si solo das lo que te gusta hacer, no estás sirviendo a Dios; estás sirviéndote a ti mismo.

Reflexión Final

Hoy pregúntate:

  • ¿Sirvo para que Dios sea glorificado, o para que me aplaudan?

  • ¿Doy mis talentos, pero escondo mis defectos?

  • ¿Estoy dispuesto(a) a pagar el precio de la integridad?

El verdadero servicio duele, pero nos acerca a Cristo. Las migajas alimentan el ego; la entrega total alimenta el alma.


Oración:
"Señor, perdóname cuando te doy solo migajas de mi vida. Quiero servirte con todo mi ser, no solo con mis talentos. Rompe mi orgullo y enséñame el costo del verdadero servicio. Que mi vida sea un sacrificio vivo para tu gloria. Amén."

👉 Acción Práctica:
Elige una área de tu vida donde solo das "migajas" a Dios (ej: tiempo, carácter, finanzas) y ofrécela por completo esta semana.

"Dios no mira la perfección, pero sí la entrega" — #ElPrecioDeServir